Si el día anterior fue un petardo la corrida de Alcurrucén fue de lo más interesante. Toros muy diferentes y con mucho matices. Un encierro variado con toros buenos, malo y asequibles.
Los buenos salieron al principio. El primero, toro de la confirmación de Joselito Adame, se vino arriba en la muleta. Manseó en varas pero en la muleta desarrolló un buen fondo con una buena embestida. Derrochó ilusión y ambició el mexicano, ¡como vienen del otro lado del charco!. A la faena le faltó temple y tiempo. El ansia por triunfar. Igual un poco más suave, más a lo mexicano hubiera calado más en los tendidos.
Al igual con el interesante segundo. Arrestado, de Alcurrucén, un firme candidato a toro de la feria. Bueno, con son y transmisión, con viaje y muchas condiciones que apuntó sus buenas condiciones aunque manseara al principio. Le tocó a Sebastián Castella quien no hace mucho hubiera cortado las dos orejas como poco. Pero Le Coq -como le llama Zabala- hace mucho que no es el rey del corral. Estuvo bien con el toro. Toreó con gusto y alargando los pases. La cuestión es que el toro enseñó las orejas y pedía a gritos que se las cortaran desde que Castella tomó la muleta. Cortó una, una oreja que sabe a poco pudiendo haber saboreado el triunfo y el toreo grande. Con un toro de Puerta Grande. El cuarto no dio mucha opción y Sebastián ha tenido que esforzarse por estar delante y aguantar las feas embestidas, problema de vista que tenía el toro. De no ser por eso hubiera sido más colaborador. El franés no pudo completar el tirunfo y quedó la gloria a medias.
Miguel Ángel Perera hacía su tercer paseíllo en San Isidro. Voluntad y disposición a raudales. Madrid exige más. Exige suplir carencias y añadir a los toros el ingrediente del triunfo. Si bien es cierto que era un lote para tirar cohetes no lo es menos que se dejaron. Dejaron estar delante. Mala suerte para Perera porque un toro con más gracia hubiera permitido otro balance. Con la espada punto y aparte. Al segundo de su lote la estocda se fue muy trasera y en el primero es indescriptible. Bajonazo sería poco.
El sexto fue otro manejable. Del grupo de los menos malos de Alcurrucén, una corrida que se dejó. Se jugó la vida Joselito Adame y buscó cada opción que dejaba entrever el toro. Compromiso con su profesión y con su tarde. La de confirmación.
Pero no solo confirmó Adame que quiere ser torero. Alcurrucén confirmó que tiene toros muy buenos y de triunfo como Arrestado; que Núñez puede resurgir y hacer frente al monoencaste. Y la confirmación que no siempre es el toro quien priva del triunfo. Arrestado estuvo por encima toda la corrida.
Corrida de la Prensa. «No hay billetes». Toros de Alcurrucén. Bien presentados y manejables. Con opciones en la muleta y a más el 1º, con buen son, movilidad y embestida humillada y larga el gran 2º. 4º con problemas de visión. 6º manejable. Peores pero manejables 3º y 5º.
Sebastián Castella (salmón y oro co remates negros): oreja tras un aviso y silencio tras aviso.
Miguel Ángel Perera (verde oliva y oro): silencio en los dos.
Joselito Adame (sangre y oro), que confirmaba alternativa: ovación con saludos y palmas de despedida.
S.M. el Rey D. Juan Carlos presenció en barrera la tradicional corrida de la Prensa.