Estaba equivocado. Siempre busqué argumentos para defender a aquellos que mantenían la teoría de lo bien que embisten los toros de 500 kilos, más menos, porque así se mueven mejor y se arrancan antes al cite.
El año pasado, Beato, de Victoriano del Río, me hizo sospechar de la gran mentira. Esplá cortó dos orejas a este toro de 620 kilos. Hoy en Pamplona, Antonio Ferrera ha cortado una a otro buen toro de Fuenteymbro y que su peso era de 675 kilos. La característica que tenían ambos, su denominador común es que eran toros muy bien hechos. Los kilos no sobraban, eran armónicos y aceptaban tal cantidad de peso en su cuerpo bien proporcionado. Por tanto, el trapío que mostraron hacía que el torista se fijara en ellos y exigiera a cada torero que lo llevara a más.
Hoy Ferrera derrochó voluntad, en su primero muy ofensivo de cara y con mala idea por el derecho. En el cuarto, el toro de los 675 repitió hasta que sonó un aviso prácticamente. Y además, por abajo y largo. Olé por el toro.No fue el único que embistió, otros, también de más de seiscientos se dejaron. Hasta cuatro.
El lote más completo se lo llevó Rubén Pinar. Perdió la oreja del tercero, un buen toro de Ricardo Gallardo y sí cortó una al sexto, también de mucha calidad en la muleta. El de Albacete citó despegado y por fuera pero ligó y lo llevó largo por lo que Pamplona, la gentil y buena Pamplona le pidió la oreja con fuerza.
Sin suerte en el sorteo se presentó Alfonso Oliva Soto en la Feria del Toro. Es imposible que saque a los toros lo que no muestran habiendo toreado este año sólo en Sevilla. Pero es lamentable que no se le hayan dado más oportunidades a este chaval de Camas.
Toros de Fuente Ymbro, serios aunque dispares de hechuras. Corrida buena para el toreo. Destacó el 4º con clase y duración. Bueno el 6º y con posibilidades 2º y 3º. Complicado por el derecho el 1º.
Antonio Ferrera, silencio y oreja.
Oliva Soto, silencio en ambos.
Rubén Pinar, silencio y oreja.